Una pregunta que me hacen frecuentemente mis clientes es si pueden convivir perros y gatos en armonía.
La respuesta es que como en todas las cosas, depende de cuanto se ponga uno a lograrlo.
En mi experiencia, la mayoría de los animales pequeños, si es acostumbrado a convivir con animales de otras especies no tiene ningún problema para aceptarlos incluso después de adultos.
Con los animales adultos es un poco mas difícil pero no imposible, ya que depende de como hayan sido educados, porque hay perros que son instigados por sus propietarios a atacar a otros animales, y eso hace que respondan mal a la presencia de un nuevo habitante de la casa, mas aun si es de una especie distinta.
Los gatos adultos quizá acepten de mala gana a un nuevo cachorro en la casa, pero una vez que el cachorro haya aprendido que el felino es el que manda, usualmente surgen amistades que duran años.
Esto es principalmente porque el gato acepta dócilmente las travesuras de un perrito pequeño, considerándolo hasta impertinente en sus avances. Claro que hay excepciones, como en todas las cosas.
Un perro adulto si recibe al nuevo habitante felino, usualmente debe primero conocerlo en manos de sus dueños hasta que se acostumbre a su olor y conducta inhabitual, nunca hay que dejar solo a un perro con un gatito recién llegado hasta saber con certeza si es bien tolerado.
Luego hay que ser cuidadoso a la hora de las comidas pues los alimentos son distintos y los problemas que podrían acarrear por comer la de otra especie, podrían ser graves.
Lo usual es que el alimento del gatito en cuanto sea capaz de trepar a un sitio alto, sea colocado encima de un mueble, al que no tenga acceso el perro, con mostrárselo donde esta un par de ocasiones ya sabrá donde buscarlo, también podría ponerse en el mismo sitio agua, ya que a veces los gatos son un poco melindrosos con el agua de su gusto para beberlo del mismo sitio que los perros.
Lo ideal es que tanto el perro como el gato se sientan seguros en presencia del otro, y en ese aspecto el dueño suele ser el factor determinante. si se muestra aprehensivo y temeroso, lo que provoca es que los animales sensibles a nuestro ánimo se muestren también nerviosos y a la defensiva.
Si en el ambiente hay calma y un ánimo tranquilo, los animales también se sentirán así y sera mas fácil el que se acepten.
Mis gatos están tan acostumbrados a la presencia de perros extraños, que muchas veces son hasta muy confiados con los pacientes que llegan a la clínica, pero su conducta es tal que hasta los perros que no están acostumbrados a los gatos reaccionan hasta con curiosidad ante la tranquila actitud de los felinos, que sin temerles se acercan a conocerlos.
Incluso muchos perros que vienen a bañarse han hecho amigos entre mis gatos, aun cuando en sus casas no toleran la presencia de felinos.
Los gatos y los perros tienen un caudal tan grande de cosas que podemos aprender de ellos, cada uno de ellos tiene algo que enseñar, y combinados nos otorgan grandes alegrías compartiendolos.
La tolerancia podría ser una de esas enseñanzas.......
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