domingo, 29 de marzo de 2009

El momento de la despedida

Ayer inicie el día haciendo algo que me duele mucho hacer : hacer eutanasia a un animal, y fueron dos, así que imaginen mi estado de ánimo posterior.
Pero me mueve a escribir sobre esto aunque es para mi un tema muy sensible.
A menudo me traen a la consulta, animales que el dueño considera ya inservibles, o molestos con la intención de que yo les saque sus problemas de encima.
Yo no he estudiado para matar sino para salvar a los animales, si en el transcurso de mi profesión tengo que proceder a hacerle eutanasia a un animal he procurado siempre poder luego estar tranquila con mi conciencia, haciéndolo cuando se que el animal esta sufriendo o que la calidad de vida que llevara en adelante es incompatible con la vida normal y plena de una mascota.
He podido ver a los animales sobreponerse a accidentes y minusvalías que darían mucho dolor y depresión a algunos seres humanos, quienes incluso buscarían sacarse la vida en algún momento antes de la vida en condiciones que consideran intolerables.
Por eso siempre aconsejo a mis clientes, vean a su animalito a quien aman y para quien desean una vida en la que la calidad de vida y la cantidad de vida sean equivalentes al menos, y juzguen si ustedes desearían vivir de ese modo y con ese sufrimiento y consideren que los animales no tienen el recurso de los seres humanos del libre albedrío para decidir el quitarse a vida.
Pero no por eso apresuremonos a sacarles los días que quizá les quedan para vivir, dándole el tiempo necesario para despedirse de sus seres amados y de su entorno.
No es el diagnostico de una muerte o sufrimiento próximos, la sola excusa para sacrificar al animal, a todos nos llegara la muerte, porqué apurarla de un trago por algo que sabemos que llegara? es lo mismo que el medico le de a Ud. la noticia de que padece de una enfermedad incurable y saliendo de la consulta Ud. se arroje del puente mas cercano para apurar la llegada del fin pronosticado.
Lo correcto es hacer lo que se pueda por el animal y cuando el fin sea inevitable y sobre todo si su muerte natural sera extremadamente lenta o dolorosa, atreverse a tomar las riendas y decidir darle una muerte indolora en lo posible y rodeado siempre y hasta el fin de sus seres queridos, porque imaginad agonizar rodeados de personas extrañas y a quienes tememos, aunque presintamos que sus acciones son propias de la bondad de su profesión, pero sin el apoyo y el afecto tranquilo y aunque triste de nuestros seres, quienes solo nos desean un final tranquilo y reposado, en la confianza de que nuestros caminos se volverán a cruzar en este o en otro mundo.
He perdido este año demasiados animales muy amados, mios y pacientes también, y de estos últimos muchos de ellos se hubiesen salvado de no haberlos sus dueños amado equivocadamente, creyendo que el amor se demuestra dejándole al animal ir y hacer incluso aquello que no debe ser permitido por su naturaleza, por el motivo de que quisieran hacerlo, dejándoles comer lo que les debería estar vedado o en exceso, provocandole problemas de salud que no pueden ser resueltos de modo eficiente por los habitos que ellos mismos han inculcado en sus animales.
Demosle a nuestros animales la posibilidad de una vida plena a nuestro lado y cuando su vida, que inexorablemente es mas corta que la nuestra llegue a su fin, permitamosle partir con nuestra ayuda y dolor si es necesario, pero mejor que suframos por su ausencia a que suframos ambos, el animal por no poder dejar de sufrir y nosotros por verlo sufrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario